Parque Nacional de Monfragüe
El Parque Nacional de Monfragüe es famoso por sus sobrecogedores paisajes naturales y por ser un lugar de cría de aves único en España. Este precioso parque natural se sitúa en la provincia de Cáceres, entre las sierras de los Valles del Tajo y del Tiétar, y además de hacer las delicias de los aficionados a la ornitología también deja boquiabiertos a quienes lo visitan por su belleza natural y sus inolvidables vistas. El lugar está considerado Reserva de la Biosfera por la UNESCO, y de verdad que no es para menos, pues cuenta con una fauna y flora privilegiada, como veremos a continuación.

Pero la cosa no se queda ahí, pues si además te gusta practicar senderismo (si eres un habitual de este blog ya sabrás que el trekking es una de mis debilidades) en este parque podrás hacerlo a conciencia, pues existen diferentes rutas que te permitirán conocer el entorno con todo lujo de detalles. Si a todo esto añadimos que también pueden visitarse pinturas rupestres, ¿qué más necesitas para decidirte a conocer el parque? Habíamos dejado nuestra sección Parajes de España visitando el Parque Nacional Caldera de Taburiente; hoy te propongo que visitemos el Parque Nacional de Monfragüe, un enclave natural de los que no se olvidan. ¿Te apetece?

UN PARAÍSO ORNITOLÓGICO
El Parque Nacional de Monfragüe fue declarado parque natural en 1979 y ZEPA (zona de especial protección para las aves) en 1988. Una de las primeras cosas que quiero decir es que este increíble parque está abierto todos los días del año y su entrada es totalmente gratuita; o sea, ¡que no tienes excusa para no visitarlo! Como ya dije antes, el paisaje es uno de los grandes reclamos de este entorno natural único.

Sus ecosistemas naturales con bosques de ribera, charcas y arroyos, matorrales o zonas rocosas se extienden conformando uno de los mejores ejemplos de monte mediterráneo que se conservan en el mundo. Es una delicia recorrerlo, pues además de contemplar un sinfín de árboles y plantas autóctonas, la vista se va completando con los ríos y los embalses que salen al paso del viajero. Pero, sin duda alguna, una de las maravillas del parque es su fauna.

Buitres, búhos, cigüeñas negras, milanos, alimoches o águilas imperiales son sólo algunas de las aves que pueden verse volando en libertad por el parque. Uno de los puntos clave para avistar aves es el Salto del Gitano, un tremendo desfiladero desde donde puede verse cómo los buitres parecen suspendidos en el aire, volando en plena libertad.

Otro punto imprescindible es el Castillo de Monfragüe, construido por los árabes en el año 811. Desde las dos torres que se conservan del castillo pueden verse aves, además de un espectacular paisaje. Pero hay más miradores, como el de la Tajadilla, el de la Malavuelta, el de la Fresneda, el de la Báscula… Vamos, que si tu afición es la ornitología, en el Parque de Monfragüe vas a disfrutar como un enano. Pero la fauna del Parque de Monfragüe no termina con las aves: tejones, jinetas, zorros, gatos monteses y diferentes reptiles y peces también tienen su hábitat en él.

SENDERISMO Y ARTE RUPESTRE
Hay tres rutas de senderismo señalizadas en el parque. No son rutas difíciles; se tarda en completar cada una dos horas y media, tres horas y cuatro horas. Las tres están señalizadas con diferentes colores (rojo, verde y amarillo) para que sea fácil seguirlas, y en ellas recorrerás los puntos más característicos del parque.

Pero además de practicar senderismo, en el Parque Nacional de Monfragüe también hay lugar para el arte, ya que en Monfragüe hay algunos de los más importantes núcleos de pinturas rupestres de la Península Ibérica. El Abrigo del Castillo, con pinturas e inscripciones que datan de hace 9.000 y 2.500 años, es el único que se puede visitar. Si quieres más información, puedes consultar este enlace.

Fotografías 01 y 02: Vince Smith
Fotografía 03: Discasto
Fotografía 04: Manolo Carbonell
Fotografía 05: Beatriz Otero
Fotografías 06 y 07: Tanja Freibott
Fotografía 08: Marbregal